JULIO SCHIAPPA PIETRA-EDITOR

4/9/08

ENTREVISTA A BARACK OBAMA

PIDO LA PALABRA
ELECCIONES USA, MAS ALLÁ DE NOVIEMBRE MACCAIN PUEDE GANAR
Julio Schiappa Editor
A la luz de las elecciones de noviembre, que en enero llevarán a juramentar a un nuevo mandatario en los EEUU, debemos analizar qué está en juego en un proceso que al final pone en la picota no a George W Bush, sino a su polìtica post 11 de Setiembre en que definió una misión militar como programa polìtico.

Esta militarizaciòn de la respuesta a la crisis del 11-9 llevó a la belicización intelectual de la polìtica marcando un salto a la guerra. El resultado: el mas grande déficit de la historia de la humanidad, las mas grandes estatizaciones con la politica de asumir las pèrdidas del sector hipotecario, generando un abandono de los pobrs y las necesidades de muchos ciudadanos nortamericanos que nunca vieron realizarse el sueño nacional: el American Dream.
Hoy, en medio de un reacomodo de fuerzas en el escenario mundial, la superpotencia tiene un huayco de problemas derivados de las guerras internacionales de Afganistán y de Irak. Para comenzar la crisis del mercado hipotecario norteamericano que se difunde hacia Inglaterra y otros paìses, anuncia los límites de un modelo mundial basado en el comercio y la especulación financiera.
El proceso de ascenso de nuevas potencias como India y China ha desatado una pugna geopolìtica por las fuentes de petróleo en el centro de Asia que es la base de la guerra de Afganistán,Irak,Georgia y de la pugna con Iràn.
El proceso electoral de EEUU abrirá una pugna muy dura entre las dos corrientes: neoconservadores y liberales, que, dentro de un mismo modelo de economìa y sociedad, buscan establecer dos visiones diferentes de la gestión del gobierno.
Una centrada en los valores tradicionales y que defiende el rol de potencia unipolar del paìs, lo cual los hace buscar un triunfo militar en Irak. En lo econòmico es el camino de Wall Street, una ruta de inversiòn basada en bajas tasas de inflaciòn y en un crecimiento econòmico de baja intensidad, modelo que deja fuera de la seguridad social y en malos puestos de trabajo a cerca de 5o millones de americanos.
Otra propuesta, asentada en la élite, de nueva teconologìa y en sectores de la tecnocracia y la soeidad del conocimiento que busca recomponer alianzas internacionales y una ràpida salida de Irak por los efectos que la aventura bélica tiene en la economìa y los consumidores. En lo econòmico son los democràtas los que vuelven una y otra vez al sueño americano: crecimiento econòmico, extensiòn de la seguridad social, cortes de impuestos a los contribuyentes ricos, no a los pobres. Un modelo que recupera elementos de la sociedad de bienestar de John Kennedy y de la socialdemocracia.
Irak ha dividido a norteamérica, exhibido grandes vulnerabilidades en la economìa y debilitado al país en su presencia internacional.
La creación de la potencia unipolar al calor de la victoria en la guerra frìa en 1989 hizo pensar en un proceso similar a la pax romana, con una clara y larga hegemonìa polìtica de EEUU como potencia indiscutida del mundo. Hace muchos años un ex Secretario de Estado anunciò que el centro de confrontación y guerras del futuro serìa el centro geográfico de la masa continental Eurasia. Justamente al costado de Afganistán, norte de India
Hoy esta hipótesis es desafiada por Rusia con su incursión en Georgia revelando que el oso se niega a morir. Y no morirà porque bajo sus tundras hay un mar de petróleo y un boom económico dispara su crecimiento, aumentando sus ansias imperialistas en centro asia.
Otra enorme variable es el desarrollo de China como potencia que pretende pacíficamente el poder, pero que altera decisivamente el comercio y la polìtica mundial.
El presente proceso electoral de EEUU refleja esfuerzos de todo el sistema por reacomodar alianzas estratégicas en el mundo, terminar con la guerra de Irak sin perder la hegemonìa en Oriente Medio, enfrentando la crisis de precios y fuentes de energìa, asì como la del cambio climático que amenazan a la tierra.
Además EEUU tiene ingentes deudas sociales internas como la del sistema de salud (40 millones no tienen seguro social o de salud en el paìs del norte) o los que han perdido sus casas por la crisis hipotecaria. Pero, como a Roma en su momento, las guerras internacionales pueden terminar pasando una factura difícil de pagar en un mundo cada vez mas inseguro e inestable. Las elecciones nortamericanas serán un termómetro de ese proceso al presentar los dos candidatos en pugna salidas y soluciones a las nubes de crisis que amenzan al centro del capitalismo mundial.
Sin embargo, John Maccain, ese heroe casi tullido de Vietnam, convoca la voluntad de las clases medias conservadoras y lanza a una sexy-candidata, demostrando que la hora del show los republicanos son mejores que los televangelistas. Tambien a la hora de tirar barro, como esa caricatura del New Yorker que insinuaba que Obama era igual a Bin Laden. Tengo la hipòtesis que MacCain puede ganar: el temor a las crisis econòmicas o a las guerras que se pueden perder, sirviò para poner a Richard Nixon y Ronald Reagan en la Casa Blanca. Además el factor racial no ha desaparecido entre los red necks americanos; siempre es un factor de temor que en una era de crisis como la presente, juega en contra de la renovaciòn. Asi ha sido siempre en Amèrica, pero Obama tiene ese algo que lo puede hacer ganar, veremos, pero no la tendrà fácil.

Barack Obama, mi candidato favorito en una elecciòn en la que no votaré, dice lo suyo en una entrevista de IPS que complementa muy bien esta nota de análisis
Julio Schiappa Pietra
Editor
ENTREVISTA A BARACK OBAMA
"Washington está, sencillamente, patas arriba"
Entrevista de Bankole Thompson
DETROIT (IPS) Gane o pierda las elecciones del 4 de noviembre, Barak Obama ya hizo historia como primer negro candidato a la presidencia de Estados Unidos por uno de sus dos grandes partidos.En esta entrevista exclusiva con IPS, el aspirante del opositor Partido Demócrata a ocupar la Casa Blanca se refiere a una amplia gama de asuntos, entre ellos el genocidio en la región sudanesa de Darfur, las guerras en Iraq y en Afganistán y el estado de la economía de su país.
Además, Obama defiende con vehemencia su decisión de elegir al senador Joe Biden como candidato a la vicepresidencia y asegura que su partido ya está unido alrededor de esta fórmula electoral.
IPS: --Al seleccionar a Biden como candidato a la vicepresidencia, sus críticos dijeron que usted había modificado su mensaje de concretar cambios en Washington.
BARACK OBAMA: --El senador Joe Biden no es un político: es un estadista. Lo que quiero decir es que Biden comprende cómo se manejan las cosas en Washington, pero no se deja llevar por el modo en que se manejan las cosas en Washington, y que en sus más de 30 años en el Senado siempre ha trabajado siguiendo el dictado de su conciencia y con una fuerte vocación de servicio.
Desde hace años, toma el tren todas las noches de Washington a su casa en Delaware. Ha mostrado firmeza ante los líderes de nuestro propio partido cuando lo sintió necesario y su experiencia en política exterior no tiene parangón en el Senado. Lo elegí con el interés de mi país en mente, no siguiendo las políticas del momento.
--En Washington son frecuentes las fisuras partidarias. ¿Cómo hará usted para construir un consenso, abrir paso al cambio del que habla en esta campaña y atacar los problemas económicos de este país?
--En este preciso momento, Washington está, sencillamente, patas arriba. La dirigen cabilderos e intereses poderosos, frecuentemente a costillas del interés de la gente. Como presidente, trabajaré para hacer lo que he hecho a lo largo de toda mi vida adulta: construir coaliciones alrededor de metas y valores comunes con el objetivo de lograr que se haga lo que debe hacerse.
Aun en este ambiente, estoy convencido de que tenemos más en común de lo que mucha gente puede apreciar. La clave es identificar y desarrollar esos lazos comunes, de un modo en que las fuerzas del gobierno trabajen para el pueblo estadounidense y no en su contra, y que más estadounidenses se comprometan en la toma de decisiones de nuestro gobierno.
--El gobierno de George W. Bush ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos por omisiones en Darfur. ¿Cuál es su enfoque sobre los conflictos internacionales como este genocidio?
--Acabar con el genocidio en Darfur será una de mis prioridades como presidente. Me entrevisté en la Organización de las Naciones Unidas con funcionarios sudaneses y visité campamentos de refugiados en la frontera entre Chad y Sudán para llamar la atención de la comunidad internacional sobre el desastre humanitario en curso allí.
Como presidente, tomaré pasos inmediatos con el objetivo de acabar con el genocidio, elevando la presión sobre Sudán para que ponga fin a la masacre y deje de obstaculizar el despliegue de una fuerza internacional (de mantenimiento de la paz) robusta. Llamaré al gobierno en Jartum a la responsabilidad.
Ya he trabajado con el senador (republicano) Sam Brownback por la aprobación en 2006 de la Ley de Paz y Responsabilidad para Darfur (que define la crisis humanitaria como genocidio y llama al gobierno estadounidense a apoyar la ampliación de la fuerza de paz de la Unión Africana y de sus facultades, así como a brindarle ayuda logística).
--¿Qué asunto atendería de inmediato al asumir el gobierno? ¿La guerra en Iraq, los problemas laborales, los desalojos, la energía o el financiamiento de la enseñanza?
--Luego de ocho años bajo el presidente Bush y el vicepresidente Dick Cheney y de las políticas que instauraron, sabemos que tenemos muchísimo trabajo, tanto dentro del país como en el extranjero.
Tenemos una economía desorientada y bajo ataque por los crecientes desalojos y la caída del valor de la vivienda, por los precios de la energía que continúan consumiendo más y más nuestro ingreso y por los costos de la salud, en una espiral ascendente y fuera de control.
Continuamos librando una guerra que nunca debió haber sido autorizada, mientras el enemigo real sigue oculto en las montañas de Afganistán.
Tenemos mucho trabajo, pero la clave es ubicar en cada lugar a las personas correctas, para poder comenzar a atender estos grandes desafíos.
--¿Ve como una carga la expectativa popular sobre su gestión de gobierno en caso de ser electo presidente en noviembre? ¿La considera justificada?
--En realidad, creo que las expectativas son altas porque la gente cree que su gobierno no la ha servido bien en los últimos ocho años y aprecian a un gobierno que trabaja, como lo fue el del ex presidente Bill Clinton.
No puedo ver esta carga con agobio, porque elegí ser candidato a presidente, pero sí me doy cuenta del carácter único de este momento histórico. Desde esta posición, mi principal carga es continuar reconociendo el trabajo a aquellos que allanaron el camino y honrarlo cumpliendo siempre el mío lo mejor que pueda. Hacer menos que eso sería inaceptable.
--Usted instaló el cambio climático en la agenda de la campaña. ¿Qué rol jugaría el ex vicepresidente Al Gore en un eventual gobierno suyo?
--Nos honraría contar con su apoyo y experiencia en una amplia gama de asuntos, incluyendo el combate contra las causas del recalentamiento planetario y la protección del ambiente.
--¿Confía en que las huestes del Partido Demócrata estarán unidas alrededor de su candidatura para noviembre?
--Creo que el Partido Demócrata ya está más unido de lo que nunca ha estado, y que todos estamos dedicados a ganar en noviembre. Continuaremos dando la bienvenida a quien quiera sumarse a nuestra causa: la de restaurar la esperanza en nuestro país y traer el cambio que necesitamos en Washington. (FIN)
POSDATA
EL NIHILISMO, EVANGELIO DE LAS BOMBAS: EL NO PODER CONTRA EL PODER

André Gorz, fallecido filòsofo y pensador francès escribiò un gran libro sobre el 11 de Setiembre, el mismo que condensa una nueva visiòn sobre lo que ocurriò en Manhattan.

A dfierencia de Hutinghton que habla del choque de civilizaciones, Gorz dice que el nihilismo es lo que explica la fé ciega en la violencia por parte de Al Qaeda. Nada tiene que ver con el terrorismo ni la religiòn ni los estados islámicos, el viejo nihilismo sin partido ni programa, ha sido revivido por Bin Laden

Los 2,500 millones de seres humanos excluìdos de los beneficios de la globalización sigue siendo el mas grave problema de seguridad mundial, incluìdos los propios EEUU, dice William Benett, en su libro "Los Nuevos Papeles del Pentagono". De allí salen los hombres y mujeres bombas que asuelan Irak, Pakistán, Afganistán, Indonesia, India y hasta China. La bendición religiosa de las bombas nos hace mas que reiterar lo ingobernable que se ha vuelto el mundo después del 11 de Setiembre. En lugar del comunismo, el nihilismo es el nuevo fantasma que recorre el mundo.

La violencia sin un programa polìtico o de gobierno, cuya expresión desesperada son las ultrasangrientas guerras del Oriente, nos permiten inferir que el nihilismo es una amenaza que sigue vigente para quedarse. La gobernabilidad mundial sigue cuestionada por los que se refugian en las viejas culturas y las viejas religiones para oponerse a la hegemonìa de una globalización a la norteamericana.
La guerra de Irak y de Al Qaeda enfrentan a la maquinaria guerrera norteamericana con la ilògica mas extrema ¿Cómo pueden los tanques derrotar a soldados bomba? ¿Cómo pueden los aviones echar bombas sobre subterraneos y covachas bajo tierra? ¿Cómo pueden pelear contra los mullahs y los integristas cuyas familias reciben una paga por morir?¿Còmo combatir las ideas, si estas son fé pura?